PUNO, ISLAS UROS, LAGO TITIKAKA

Por fín en Perú !!!! Después de pasar aquellos días en La Paz, haciendo trámites y más trámites, y más tarde otros días en Copacabana, donde Elsa volvió a ponerse mala por la altura, ya estamos por fín en Puno.

La ruta para llegar hasta aquí fue : La Paz, Copacabana, Desagüadero ( frontera ) y finalmente Puno.

La entrada en Perú fue triunfal. Llegamos a la hora de comer y con un hambre terrible; y cual fue la sorpresa ? un menú de tres platos a escoger esquisítos y una presentación de los mejores restaurantes. Todo ésto , en un bar normal y corriente.

Al contrario que en Bolivia, en Perú se come muy bien. Hay mucho producto variado y muy fresco, además el trato es diferente. Te sirven con gusto y amabilidad y no por deber.

La foto de arriba es la Plaza de Armas. En Perú, muy común en todas las ciudades. Es sencilla pero acogedora para descansar en sus bancos.

Puno, no es que sea especialmente una ciudad muy bonita, pero aquí por la cercanía del Lago Titikaka, lo especial son sus islas.

ISLAS FLOTANTES UROS ( una isla de en sueño )

En el Lago Titikaka, en la parte Peruana, concretamente a 30 min de navegación desde Puno, encontramos estas maravillosas islas. Son flotantes, construidas en su totalidad con totora, por la mano del hombre. La totora, es una planta del estilo del junco, muy resistente , que crece en el lago todo el año. Si se pela, es comestible su parte interna. Con ella, construyen a base de capas y más capas el suelo de las islas, donde construyen sus aldeas. También sus casas, sus embarcacions, sus tejados; es decir todo lo que se ve.

Al llegar a una de sus islas, nos reciben cantando con palmas. Esa fue la bienvenida de los Uros. Las mujeres, graciosamente, todas de la misma estatura, visten faldas de llamativos colores y trenzas hasta la espalda. Fue precioso el recibimiento.

Las pirámides de totora, se colocan al sol para que se vayan secando y luego utilizar sus ramas para diferentes utilizadades. Caminar por el suelo de las islas, era como estar flotando. Ellos van descalzos y no les hace falta calzado. Su electricidad, ha llegado hace pocos años . Fujimori donó a las islas placas solares. Ahora ellos pueden escuchar la radio, incluso ver la TV.

Sus habitantes, son personas amables, sonrientes y muy felices. No existe la maldad, ni la envidia entre ellos. Su sencillez les hace especiales .
Mariela tiene 19 años, y está esperando un bebé. Éste, va ha nacer en su isla, y vivirá tranquilo y feliz, junto a su jóven marido de 20 años. Los dos estaban inmensamente felices por la espera.
Al igual que hicimos con nustra amiga Chú ( etnia Hmong en Vietnam ), hicimos en poco tiempo una pequeña amistad, contándonos nuestras experiencias cotidianas y familiares. Nos recibió en su casita, charlando como era su día a día. Como cocinaba, donde dormían, etc. Nos gustó mucho conocerla y charlar con ella.
Ésta pequeña, de tan sólo 4 años, ya iba tomando dotes para alegrar a los visitantes. Era muy lista e inquieta.

El paseo en totora nos costó 10 soles ( 3 eurs ) por 30 minutos. Es una manera de ayudar a la economía de sus habitantes. Viven de la artesanía que venden a los turistas y de la pesca .

El paseo, fue relajante, mientras navegábamos entre más islas flotantes, como telón de fondo el Lago infinito, charlábamos con los Uros; gente muy feliz.

Gorro típico de las Islas Uros

Nuestro paso por las islas Uros, nos pareció un sueño. Uno de los paisajes más bonitos que hemos visto hasta el momento. Fue especial, emocionante incluso , algo que nos llegó al corazón y nos dibujó una sonrisa en él. La humildad de sus gentes, con su sencillez y lo especial de sus construcciones, con los colores que le ponen al Lago , todo ello fue un conjunto divino para los sentidos.

Ésta fue la despedida tan bonita que nos hicieron