18 jun 2010

BOLIVIA



Este país nos ha resultado un poco duro de recorrerlo, por las carreteras, las comidas, la altura y el trato que se nos fue dado. Nada más entrar en Uyuni la experiencia no fue buena, mientras yo me despedía de amigos del tour del salar, Elsa tuvo un enganchón con una mujer de un hostal. El trato no fue el más correcto, después hemos notado que no saben tratar muy bien al turismo, y creo que para los bolivianos es un esfuerzo el que hacen para tratar con estos. No creo que se paren a pensar que una parte del turismo que se pasa por Bolivia es gente que se interesa por su cultura y que va con la mente abierta a respetar su filosofía de vida. También hemos visto mucha gente que solo va por el interés paisajístico.

Nunca hay que generalizar pero han sido en repetidas ocasiones las que a pesar de nuestra educación hemos notado cierto resentimiento hacia nosotros y hacia otras personas también. Hemos estado en países incluso más pobres que Bolivia, pero nunca hemos notado malicia o reproche hacia nosotros. Pienso que no es tema de educación o de pobreza el tema de ver al turista como una amenaza. Más bien diría yo que es tema de diferentes filosofías de vida y en las que hay poca tolerancia unas con las otras.

En Bolivia hay un gran índice de racismo entre indígenas y blancos descendientes de occidentales. Los occidentales llaman indios a estos que son originarios de estas tierras, pero los indios muy resentidos por los años de esclavitud y matanzas, tampoco toleran a los occidentales que no son como ellos.

En diferentes partes del mundo el indígena esta visto como una raza inferior y por eso se le ha esclavizado, maltratado y muchas veces invadido su territorio. A principios del siglo pasado, sobrevivían aun doscientas treinta tribus en Brasil, desde entonces han desaparecido noventa, borradas del planeta por las armas de fuego y los microbios. Los indígenas mueren sin dejar huellas y las tierras se venden en dólares a los nuevos interesados. Se sabe que los indígenas han sido ametrallados desde helicópteros y avionetas que se les ha inoculado el virus de la viruela, que se ha arrojado dinamita sobre sus aldeas y se les ha obsequiado azúcar mezclada venenos y sal con arsénicos. Siempre que el hombre blanco ha tenido contacto con ellos, siempre por algún interés les ha llevado la muerte. Son palabras de un brasileiro que yo admiro mucho por lo que está haciendo en Brasil para la preservación de los últimos indígenas del Amazonas. Su nombre es Sidney Pozuelo, tiene grandes documentales.

En Bolivia no habremos encontrado unos paisajes espectaculares, ni gente hospitalaria como en chile, pero hemos aprendido una cosa muy importante. Creemos que jamás habrá entendimiento entre un indígena y un occidental.

Hay dos filosofías muy diferentes entre ellas, la filosofía del occidental es como una línea recta en la cual el hombre se superpone a cualquier ser viviente, el es el más fuerte y mata y come lo que él quiera. En la línea recta el está por arriba de todos los demás. La otra filosofía de vida es la del indígena que al contrario de una line recta es un círculo, donde el hombre está dentro del círculo a la misma altura y posición que todos los demás seres vivos.

Esto se demuestra claramente en una conversación mantenida por un Ingeniero agrónomo y un Aimara (indígena boliviano) en una congregación de culturas en Brasil. El agrónomo se dirigió hablando hacia el Aimara dirigiendo el tema a las cosechas de papa y la pobreza, diciéndole que estaba demostrado que en Europa al quitar la flor que sale a la planta de la papa, esta sale con más fuerza y más cantidad de papas y esto a su vez repercute en la cosecha y también a su vez en la pobreza. Queriéndole decir que esto también repercute en la economía.

Cuando tomo la palabra el Aimara (indígena) este le respondió que para él le resultaba totalmente imposible este proceso. El, por nada del mundo podía quitar la flor ala papa, por una simple razón, porque esta iba estar triste, la planta de la papa y el también lo estarían, Y para su paz interior, y después para su felicidad, prefería a ser pobre con menos cosecha pero vivir en armonía con la tierra y todos los seres vivos que en ella habitan.

Estas dos filosofías de vida son tan opuestas que por esa razón pienso que nunca habrá entendimiento entre estas dos maneras de ver la vida.

También creo que aunque no exista entendimiento, se tiene que ser tolerante y no pensar que solo tu forma de vida es la mejor. Es un error pensar que otras culturas son precarias, antiguas y que están desaprovechando la vida. Nunca hay que imponer lo que uno cree que es mejor. Es muy importante dejar el curso de las diferentes culturas y dejar que cada civilización elija su filosofía de vida.

Para nosotros el viajar y el conocer estos problemas que existen, esperamos que nos sirva para ser más tolerantes con los demás, y llamamos “los demás” a todos esos Peruanos, bolivianos, ecuatorianos etc… que están en nuestro país buscándose un futuro que para ellos piensan que será mejor. A lo contrario de todos los bolivianos que aquí nos trataron mal, nosotros nunca miraremos a esas personas, como indios, sino como hermanos. Después de todo estamos hechos de la misma pasta, es solo cuestión de tolerancia.

1 comentario:

  1. ¡viva la madre que os parió!. ¡Qué orgullosa estoy de ellas por haber traido a este mundo a unos hijos con las ideas tan limpias y claras como las vuestras!.

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