CHAPADA DIAMANTINA

En medio de una naturaleza exuberante y tras una insaciable búsqueda de oro y diamantes, se construyeron estos pueblos históricos. Lençois es portal de entrada al parque nacional de la Chapada Diamantina. También la ciudad más importante de la región, situada en el interior del estado de Bahía, a seis horas de la capital, Salvador. Lençois dispone de una infrastuctura con capacidad para a tender a turistas de todo el mundo, de hecho en los últimos años se está convirtiendo en uno de los principales destinos turisticos del país.

Su estilo colonial , sus pintorescas casitas, sus calles adoquinadas y su sencillez hacen de un lugar idóneo para venir a descansar. En todo el país no hemos visto un lugar tan relajado como este.

Muchas personas, incluyéndonos nosotros mismos, compramos una guía de viaje para poder orientarnos un poco sobre el terreno ; pero cuando uno está ya sobre él, todo resulta todo más fácill.. Siempre que hemos precisado de algo, bien sea un médico, un dentista, un banco, etc..resulta más eficaz preguntar a la gente.

En cuanto al hospedaje hemos podido constatar, que los hosteles que aparecen en las guías de viaje, tales como los de las redes internacionales de alojamiento, se estan convirtiendo en un gran negocio. Los precios se han disparado y además en muchos de ellos te tratan como en un banco... es decir, como un números más. Por eso nosotros recomendamos, que se trate de hablar con las personas del pueblo, siempre aparece alguien que ofrece un hospedaje de una forma mucho más familiar. En este tipo de hospedaje, uno puede acercase más al país, a su cultura, su gastronomía, sus costumbres,etc. Y en aglunas ocasiones, es lo más parecido al couhsurfing.

En esta ocasión, en Lençois encontramos a esta adorable mujer, Lourdinhas. Desde el primer momento nos trató de maravilla, pero después de largas horas de conversaciones, el cariño y la amistad, se hacían visibles. Después de diez meses de viaje, ya no pretendemos visitar cada rincón del lugar donde estemos, sino entender como vive la gente y tratar de compartir nustra experiencia con todos ellos. Aqui por primera vez en Brasil, hemos sentido tener una mamá. Elsa le daba clases de cocina, apesar de que ella sabía hacerlo muy bien. Pero mostraba interés en aprender nuevas recetas y sobre todo en bizcochos para los desayunos.

Ella nos lo agradeció de muchas maneras, llegandonos a regalar el último día de estancia en su casa. Con pena dejamos la posada de Lourdinhas y con ella Lençois.

Lençois, un lugar de esos donde el tiempo trascurre muy despacio, donde te das cuenta que con muy poquito se puede vivir.

Desde 1985 permanece como Parque Nacioanal de la Chapada Diamantina. Su nombre es debido a la gran cantidad de diamantes, que fueron extraidos de la zona. El Gobierno, tuvo que prohirlo para así poder preservar el área, que tanto destrozos supuso para esta tierra. Localizado en el corazón del estado de Bahía, en una extensa área de rocas sedimentarias formadas hace millones de años. La Chapada Diamantina, es una bellísima región cercada de valles profundos , cañones increibles , inumerables cataratas, grutas, cabernas, y una riquísima fauna y flora.

La Chapada Diamantina está formada con la misma formación geológica que Canaima, en Venezuela. Los Tepuis, los valles profundos, ríos con colores rojizos debido al tanino, etc. La diferencia esque Canaima es brutal, inmenso, todo es grande, y aquí es más reducido , pero igual de hermoso.

Desde Lençois, nos fuimos al valle de Capao, un pueblo mucho más pequeño donde habitan pequeñas comunidades de hipis y rastafaris. De Lençois se toma un autobús de 45 min hasta el pueblo vecino de Palmeiras y de allí en un caluroso viaje de una hora en jeep se llega a este encantador pueblecito. Desde aquí todo se muestra más accesible para realizar las caminatas.

Aquí también encontramos un buen lugar para quedarnos un par de días en la posada de Lars, un suizo residente en Brasil desde hace dieciocho años. Es el lugar perfecto para quien busque silencio y tranquilidad.

Puede parecer que en este parque toda las trillas ( caminos ) están bien señalizadas para poder hacer las rutas por tu cuenta.. pues bien.. en este parque, La Chapada Diamantina, todo esta monopolizado por las agencias turísticas, siendo ellas las que organizan junto a los guías locales, todas las excursiones. Es bastante difícil realizarlas por tu cuenta, ya que no se encuentra apenas información, mapas, etc. para ayudarte sobre el terreno. De todos modos, el lugar merece mucho la pena visitar, por el encanto de sus pueblos, sus ríos frescos para bañarse, su maravillosos paisajes, etc .

Hicimos un primer intento en subir a la Cachoeira, pero el tiempo no nos lo puso fácil. Dicidimos subir muy temprano, para evitar el calor, pero resultó ser una mala decisión. Arriba, todo estaba cubierto de niebla y nos dificultó seguir por aquellos caminos nada señalizados. Cuando habían trascurrido dos horas de regreso y practicamente nos encontrábamos abajo de la trilla, vi que los guías comenzaban a subir con grupos de personas. Sin pensarlo dos veces le comenté a Elsa mi intención de ver la cachoeira. Así fue, dos horas después me econtraba completamente solo en el lugar. Adimarando todo aquello con mis ojos y si ellos lo podian ver.... todo aquello me perteneció aunque sea solo por unos instantes. Lo comparti con unos pajaritos que con sus canturriadas y su acoso, consiguieron que compartiera mi bocadillo con ellos.

Después de 30 min llegaron las primeras personas y un francés pudo tomarme esta foto. La Cachoeira de Fumaça es la catarata más grande de Brasil. El lugar es impresionante y las vistas desde arriba reconfortan todo el esfuerzo realizado.

Apesar de estar en época de lluvias, la Cachoeira tenía un inapreciable chorrito de agua, pero aquí se puede apreciar bien los 380 m de caida libre. Temblándome las piernas y arrastrándome como un gusano, pude sacar esta foto.

El Colibrí.. es el pájaro más pequeño del mundo. Nuestro pequeño amiguito defendía valientemente su nido con dos diminutos huevos. En este viaje hemos visto muchos de ellos , pero nunca uno tan cerca com éste. En el valle de Capao se convirtió en nuestro vecino.

Otra vez sentimos nuestras emociones enfrentadas. Por un lado estamos tristes de dejar Lencois y la casa de nuestra amiga Lourdinhas, pero por otro felices por haber podido estar en este hermoso lugar. El haber dejado la costa y habernos adentrado al interior del País nos ha venido bien. La montaña y la naturaleza es algo que siempre nos ha gustado, y es aquí precisamente, uno de los mejores lugares que Brasil puede mostrar al viajero que venga buscando un poco de aire fresco.